De como conseguí entrar a la conferencia de Alfonso Cuarón o La determinación por seguir un sueño
"Tuve a mi primer hijo como a los veinte años, entonces mis prioridades cambiaron; la vida es más importante que el cine"
(Adaptado)
Parte uno: "Mamaita hoy voy a hacerme amigo de Alfonso Cuarón"
Imposible era como se clasificaba el objetivo; treinta y tres mil personas tratando de adquirir un boleto para la conferencia en un auditorio con aforo para cuatrocientas personas, tener la pulsera negra símbolo de tu buena fortuna resultaba dejar de ser buena fortuna si por algún motivo llegabas tarde a la hora pactada, si ese era tu caso, adiós.
Esta era la abrumadora perspectiva para la conferencia cumbre en el día más importante del año que Canon podría organizar, el llamado #CanonZoomInProject (tercera edición) y yo formaba parte de los aproximadamente treinta y dos mil seiscientos desdichados que no podrían ver a Poncho dando su ponencia sin embargo yo salí del departamento haciendo una gran apuesta que bien podría salir exitosa o catastrófica y sin realmente no tener nada en mente mas que mi firme convicción de que ese día vería a Cuarón.
Parte dos: El corazón me late a mil por hora ó el momento cumbre de las preguntas reveladoras.
Y ahí estaba yo parado, en el mar de "boinas rojiblancas" símbolo del fanatismo por la fotografía; en otras palabras, símbolo de la pasión que esta en comunión con una sola fe, la de aquellas personas que al escuchar el clic tras el obturador sienten la satisfacción en su ser.
¿Qué si a mi me apasiona tomar fotografías? Pues si, aunque es de mis pasiones más jóvenes pero combina perfecto con mi gusto innato por contar historias (escribirlas).
Pero quizá escribo para calmar una de mis mayores características: la impulsividad. Ser impulsivo tiene sus desventajas pero también sus bondades.
De entre todo el cúmulo de miembros de staff y seguridad el patrón que se repitió en más de un noventa por ciento era el siguiente: Es prácticamente imposible ver a Cuarón, muy pocas personas tienen acceso a él, además tiene su propia seguridad, si quieres ver la conferencia, lo único que te queda hacer es esperar por si alguien con su boleto no llega, entonces podrás entrar pero lo dudamos mucho.
Había algunos cuantos atrevidos que se apiadaron de mí y me compartían algunas teorías: Cuarón entrará por el estacionamiento o Llegará a las cinco y media era lo único que me compartían.
Parte tres: La analogía
(Adaptado)
Parte uno: "Mamaita hoy voy a hacerme amigo de Alfonso Cuarón"
Imposible era como se clasificaba el objetivo; treinta y tres mil personas tratando de adquirir un boleto para la conferencia en un auditorio con aforo para cuatrocientas personas, tener la pulsera negra símbolo de tu buena fortuna resultaba dejar de ser buena fortuna si por algún motivo llegabas tarde a la hora pactada, si ese era tu caso, adiós.
Esta era la abrumadora perspectiva para la conferencia cumbre en el día más importante del año que Canon podría organizar, el llamado #CanonZoomInProject (tercera edición) y yo formaba parte de los aproximadamente treinta y dos mil seiscientos desdichados que no podrían ver a Poncho dando su ponencia sin embargo yo salí del departamento haciendo una gran apuesta que bien podría salir exitosa o catastrófica y sin realmente no tener nada en mente mas que mi firme convicción de que ese día vería a Cuarón.
Parte dos: El corazón me late a mil por hora ó el momento cumbre de las preguntas reveladoras.
Y ahí estaba yo parado, en el mar de "boinas rojiblancas" símbolo del fanatismo por la fotografía; en otras palabras, símbolo de la pasión que esta en comunión con una sola fe, la de aquellas personas que al escuchar el clic tras el obturador sienten la satisfacción en su ser.
¿Qué si a mi me apasiona tomar fotografías? Pues si, aunque es de mis pasiones más jóvenes pero combina perfecto con mi gusto innato por contar historias (escribirlas).
Pero quizá escribo para calmar una de mis mayores características: la impulsividad. Ser impulsivo tiene sus desventajas pero también sus bondades.
De entre todo el cúmulo de miembros de staff y seguridad el patrón que se repitió en más de un noventa por ciento era el siguiente: Es prácticamente imposible ver a Cuarón, muy pocas personas tienen acceso a él, además tiene su propia seguridad, si quieres ver la conferencia, lo único que te queda hacer es esperar por si alguien con su boleto no llega, entonces podrás entrar pero lo dudamos mucho.
Había algunos cuantos atrevidos que se apiadaron de mí y me compartían algunas teorías: Cuarón entrará por el estacionamiento o Llegará a las cinco y media era lo único que me compartían.
Parte tres: La analogía
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